A los «haters» de la inclusión

Sí, lo confieso. Esta no era la entrada que iba a publicar, pero l@s que me conocen saben que me mueven mis ideas, mis principios, mi visión, mi vocación y el convencimiento de que la inclusión es el único camino. 

He comprobado con asombro y perplejidad cómo determinado sector de los especialistas, propios de la atención a la diversidad, se revelan ante formaciones relacionadas con la inclusión educativa y cómo promoverla en los centros. 

El camino a la inclusión pasa por entenderla como ese derecho incuestionable. Se trata de un camino complejo, con pendientes escarpadas y algún que otro páramo. A veces estás cansad@, pero siempre sigues adelante porque no estás sol@, los que te rodean te apoyan y alientan precisamente porque tú hiciste lo propio con ell@s en otro momento. 

Sin embargo, estaremos de acuerdo en que es mucho más difícil avanzar cuando determinados compañer@s intentan convencerte para abandonar ese camino e irse por recovecos que distan mucho del objetivo perseguido. 

Es muy triste que haya especialistas defendiendo este discurso; que consideran que el apoyo a la inclusión va en contra del desarrollo del perfil profesional. 

¿Acaso la formación que te capacita para realizar actuaciones inclusivas va en contra de otras formaciones más específicas propias de tu especialidad?

¿Cómo va a potenciar la inclusión educativa quien no se ha formado para llevarla a cabo? 

– No no, en eso que se formen los maestr@s y profesores/as generalistas, yo a lo mío, sacando a los niños a mi aula porque ese es mi trabajo.  

Para mí la inclusión no es todo o nada, no se trata de meter a un niñ@ en su aula ordinaria sea como sea y realizar allí, invariablemente, todos los apoyos. Estoy de acuerdo en que con determinados niñ@s, en determinados momentos, en áreas o materia concretas, e  incluso, con determinados contenidos o saberes, el apoyo fuera es válido y necesario. Sin embargo, eso no puede defenderse desde un rechazo a la formación en materia de inclusión como parte de nuestras funciones como especialistas.

Porque sí, ya os lo avanzo, ser PT, AL o maestr@ de Compensatoria en la actualidad exige, como parte de sus competencias, la promoción de la cultura inclusiva en el centro, la orientación, e incluso, formar a los compañeros y compañeras para que esta pueda desarrollarse; así como un conocimiento profundo de prácticas,  metodologías y recursos que, si no garanticen, al menos potencien la inclusión educativa en todas las aulas.

Por ello siento pavor al pensar que, precisamente, quien tiene un papel crucial en la defensa de la inclusión en los centros, es quien más la cuestiona. 

Siempre he intentado que en mis redes en general, y en esta web en particular, reinara un clima alejado de radicalismos y, ante todo, abierto al diálogo (de hecho invito a quien quiera a debatir sobre esta cuestión), sin  embargo, también quiero que conste que esto que aquí escribo, con patente emoción a flor de piel y algo de vehemencia lo hago, no sólo como docente y especialista, sino como la niña con necesidades educativas que fui y la mujer con discapacidad que soy hoy. 

«…quiero que conste que esto que aquí escribo […] lo hago, no sólo como docente y especialista, sino como la niña con necesidades educativas que fui y la mujer con discapacidad que soy hoy. 

Soy muy consciente de que con estas palabras me ganaré detractores, sin embargo estoy preparada para ello pues, solo pensar en hacer lo contrario, es decir, no mostrar públicamente mi desacuerdo, me crearía dolor al sentir que estoy deshonrando los esfuerzos hechos. Esfuerzos realizados por parte de muchos, a quienes también invito a defender, con actos y palabras, la inclusión como derecho. 

Ya me despido y os emplazo a la siguiente entrada, que verá la luz muy pronto y espero escribir con más alegría que en esta. 

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Ana Fdez. Sancho

Maestra de Pedagogía Inclusiva ºº Colaboradora en @auladesigual ºº Cofundadora y Preparadora en @lacasaazul (IG)

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Comentarios

    Haybad López
    14/10/2022

    Gracias por mostrar de forma transparente tu pasión por la inclusión. Te apoyo totalmente y sé que el camino no es fácil pero con formación, sensibilidad y también personal; ayudaremos a muchos niños a que se sientan uno más en el aula.

      Ana Fdez. Sancho
      14/10/2022

      Gracias por tu comentario, Haybad. Sé que estamos juntas en ese camino. Ojalá lleguemos a la meta pronto ☺️

    Ramón
    14/10/2022

    La inclusión queda preciosa en los papeles y en las leyes pero, la realidad de las aulas, dista mucho de esos ideales utópicos. ¿Qué mejor atención a la diversidad que aportar al alumnado posibilidades para su desarrollo y autonomía? En las aulas, nos encontramos con alumnado que se puede incluir y podrían recibir ese apoyo dentro de las aulas pero, luego, existe otro tipo de alumnado, sí, también existen y no son seres mitológicos, dónde esa inclusión resulta utópica y lo único que se puede conseguir es integración, y ese alumnado necesita una atención INDIVIDUALIZADA y si puede ser fuera del aula, mejor. Los que estamos en el «barro» conocemos la realidad de las aulas, los que se dedican a «otras funciones» desde fuera de las aulas, buscan un fin lucrativo y generar una identidad para, supuestamente, posicionarse en el «bando correcto». Pídanle a la administración los recursos necesarios, ni más ni menos, tengo compañeros/as de AL con un censo de 40 niños, dígame cómo se trabaja la atención a la diversidad de esa forma. Os contaré un secreto: «Los Haters son la administración».

    Un saludo. Os esperamos en las aulas para mejorar la atención a la diversidad.

      Ana Fdez. Sancho
      14/10/2022

      Hola, Ramón. En primer lugar gracias por escribir. Yo también conozco bien la realidad de las aulas, primero como alumna con necesidades desde infantil a la universidad y después como PT y maestra de compensatoria. He trabajado en colegios ordinarios, en CEE e institutos por lo que, créeme, no hablo desde el desconocimiento. Rechazo cualquier posición extremista y creo que para pasar de la integración a la inclusión se deben dar pasos firmes pero con plenas garantías. Sin embargo, no podemos escudarnos en la ratio al hablar de la inclusión como DERECHO. No seré yo quien diga que no hacen falta recursos personales, pues para una atención PERSONALIZADA (que no individualizada como tú dices) de calidad es necesario el apoyo dentro a través de la docencia compartida, entre otros; y si el horario te lo impide, entonces todo se paraliza. En definitiva, puedo aceptar la afirmación de muchos docentes que ven inviable esa atención por falta de horas, pero es inaceptable el incumplimiento deliberado de la inclusión, pues es ILEGAL.

    MIRNA
    19/10/2022

    Es admirable la energía que pones en cada una de tus palabras, creo que necesitamos que mas personas puedan leer tu página y se sentirá contagiado y reflexionará y conocerá mejor lo que significa la Educación Inclusiva y su importancia. Te felicito y me siento agradecida de poder conocerte aunque de manera virtual.

      Ana Fdez. Sancho
      20/10/2022

      Gracias, Mirna. Para mí también es un gusto haberte conocido y coincidir en este camino derecho a la inclusión 😉

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