Muchos ya conocéis mi pasión por el mundo mágico. A los que no, aprovecho esta entrada para mostraros un poco más de mí.
He crecido leyendo los libros de Harry Potter. En sus páginas me sumergía en un espacio donde los hechizos, las pociones, los vuelos en escoba, el misterio y las criaturas fantásticas me cautivaban.
Esta saga tenía el efecto de hacerme sentir parte de la historia; con ella afiancé mi amor por la lectura. De hecho, durante mucho tiempo tuve la tradición de leer todos los libros cada año.
Recuerdo la emoción de los estrenos en el cine de las películas y la espera interminable de la publicación de un nuevo libro de la saga.
Igualmente, me compraba todos los libros complementarios, que ayudaban a contextualizar y profundizar sobre el mundo de este joven mago.
Por todo ello, no os parecerá extraño que me volviera loca cuando se lanzó el estreno del juego HOGWARTS LEGACY, que no sólo recrea (con un realismo asombroso) la famosa escuela de magia y hechicería, sino que muestra los alrededores, imbuyéndote en una historia donde tú eres la protagonista.
A estas alturas os puedo imaginar preguntándoos: ¿y dónde está la inclusión en todo esto?. Allá voy.
En una de las misiones que te propone este juego, mi personaje conoce a un estudiante que…(aquí va mi sorpresa) ¡está ciego!
Podréis imaginar el impacto, pues en la saga nunca había aparecido ningún personaje con discapacidad.
Dejando aparte posibles ideas “puristas” de que en este mundo una ceguera quizás podría solucionarse con magia, considero inmensamente positivo que se muestren personajes diversos.
Tener referentes con discapacidad supone, como ya he comentado alguna vez, un beneficio para la sociedad en general, pues visibiliza la diversidad existente. Pero es que, además, estos referentes son un verdadero regalo para quienes tenemos discapacidad, pues nos sentimos representados, presentes e incluidos.
De Ominis (así se llama este personaje) se dice que nació con una ceguera que no pudo revertirse con ningún hechizo. Habitualmente, utiliza su varita, que es especialmente sensible y le ayuda a desplazarse por el entorno (algo así como el bastón).
En el minuto 5:14’ podréis escuchar cómo se habla de él y en el minuto 11 podréis conocerle directamente.
Los creadores de Hogwarts Legacy se han tomado bastante en serio representar un mundo mágico diverso, pues también hay un personaje trans (Sirona), que si bien no lo expresa directamente, sí que deja bien clara esa situación.
La traducción es la siguiente:
«Me reconoció al instante. Es más de lo que puedo decir de algunos de mis propios compañeros de clase. A ellos les tomó un rato darse cuenta de que en realidad era una bruja, no un mago.»
Sirona Ryan
Como veis, tanto en el caso de Ominis como en el de Sirona, se habla de su diversidad de forma natural y sin entrar en estereotipos.
Ojalá nos sorprendan con más personajes con discapacidad…para mí (y seguro que para much@s más) sería un sueño ver una alumna en silla de ruedas.
Con este deseo cierro este post de hoy, bueno y también porque estoy con muchísimas ganas de jugar un rato 🙂
Mis peripecias para poder dar a todos los botones del ordenador y poder aprovechar al máximo esta aventura ya lo dejo para otro momento; quizás en un vídeo que muestre, con todo lujo de detalles, mis mañas y limitaciones.
¡Travesura realizada!