Cuando nace un bebé con discapacidad los cimientos familiares sufren, a menudo, una gran convulsión.
Esa característica, la discapacidad, es una más de las muchas que tiene el pequeño o pequeña, sin embargo, su influencia en todos los aspectos de su vida es notable. Y esto, no sólo lo pondrá a prueba a él/ella, sino también a su familia. De hecho, en la mayoría de los casos el niño/a se enfrentará a este reto de acuerdo a cómo lo hayan hecho sus principales figuras de crianza.
Nadie nace enseñado para educar y criar a sus hijos/as. Es más, de sobra es sabido que éste es un proceso difícil en el que, a veces, se aprende de los errores, pues no todo el mundo se atreve a pedir ayuda; en ocasiones por no identificar que la necesita y en muchos otros casos por vergüenza. Si a todo ello le sumamos la inexperiencia hacia la discapacidad, la complejidad puede llegar niveles muy altos.
Mi experiencia
Siempre he defendido que soy quien soy gracias a mi familia. Les reconozco el mérito desde que tuve la oportunidad de rodearme de amigos y amigas con discapacidad, y pude ver cómo actuaban sus familias.
Sé que puede sonar a falta de modestia, pero creo que mi familia ha cumplido muchos de los requisitos para una crianza respetuosa, basada en la autonomía y las altas expectativas.
Consejos
Lo que encontrarás aquí es un abanico de consejos básicos para familias que tiene hijos/as con discapacidad. Todos ellos se basan en mi propia experiencia y deben personalizarse a la situación familiar concreta.
(No olvides pinchar sobre cada consejo para que se abra el vídeo explicativo correspondiente)